Mi amiga tiene problemas de pareja, todo el tiempo quiere disimularlo y siento que lo hace a propósito para no aceptar que vive una crisis matrimonial.
Cuando una mujer habla mucho de lo genial que es su relación de pareja, ¿es posible que esté pasando una crisis de pareja y trata de reafirmar lo que siente?
Si una persona se empeña en justificar sus problemas y trata de reafirmar positivamente las cosas negativas, es posible que esté pasando por una crisis llamada discrepancia cognitiva o conflicto interno.
En pocas palabras, le duele aceptar que se equivocó y que su relación no es perfecta, por lo tanto, genera una disociación de los hechos y aunque sabe que las cosas están mal, trata de aparentar que todo funciona de maravilla.
Si eres feliz, díselo a tu cara
Mi amiga y yo trabajamos en el mismo lugar y pasamos mucho tiempo juntas, nuestra cercanía es profunda y ambas nos tenemos mucha confianza.
De un tiempo para acá, comencé a notar que hablaba demasiado de su pareja. Casi todos los temas que tocábamos, terminaban con una presunción moderada de su amorcito como modelo de perfección.
Con el tiempo, esa presunción moderada de las cualidades de su pareja, se convirtió en una presunción excesiva de enorme felicidad. Un día, cuando hablaba exageradamente, le pregunte: ¿estás pasando por una crisis de pareja?
De forma nerviosa, sonrió, me dijo que eran imaginaciones mías y cambio el tema de inmediato. Yo no quise insistir, sin embargo, en días posteriores, se veía un poco desanimada, hasta que por fin me confesó que sus problemas de pareja la tenía confundida.
Miedo a ser jugados
Me confesó que tenía miedo de ser juzgada por amigos y familiares, había puesto demasiadas expectativas en esa relación, y aceptar abiertamente la crisis era vergonzoso y doloroso.
Por encima de todo, sentía miedo de perder la relación y que su tiempo invertido se fuera al caño. Deje que hablara sin interrumpirle, sabía que tenía necesidad de desahogarse y hablar abiertamente sobre sus sentimientos.
En su caso, el principal problema era la falta de comunicación y los distintos enfoques que tenían sobre la vida. Después de tantos años, los puntos de vista de ambos eran diferentes y ambos resaltaban los errores del otro, incluso por encima de los aciertos.
Durante las discusiones de pareja, ambos se culpaban de los problemas y terminaban sin hablarse por tiempo indefinido.
Identificando el problema
Analizando su crisis conyugal, no sabía cuándo y cómo había comenzado todo, los problemas fueron sucediendo y sin darse cuenta se normalizaron en la relación.
Ciertamente, a muchas parejas les resulta difícil saber como llegaron a esa situación, sin embargo, algunos de los factores más comunes que pueden provocar una crisis de pareja incluyen:
- Perdida de la comunicación
- Rumbos de vida diferentes, valores y expectativas
- Problemas de dinero
- Estrés laboral
- Descuido en la relación
- Infidelidad de él o infidelidad de ella
- Problemas sexuales
- Problemas de salud mental
- Adicciones
También, estas preguntas pueden ayudar a encontrar la raíz del problema:
- ¿Qué es lo que me está haciendo sentir incómoda o infeliz en mi relación?
- ¿Hay algún problema específico que necesite ser abordado y resuelto?
- ¿Estoy dispuesta a trabajar en la relación y a hacer cambios si es necesario?
¿Cuándo pedir ayuda profesional?
La crisis de pareja es algo común, sin embargo, cuando no se aborda de manera adecuada, puede derivar en una ruptura o separación definitiva. El objetivo es identificar nuestras preocupaciones y definir si es necesario solicitar ayuda profesional.
Para saber si necesitamos ayuda de un profesional, debemos evaluar si nos afecta en nuestra salud mental, de manera emocional, si genera estrés o ansiedad. Por lo tanto, aunque las crisis de pareja son comunes, es importante no ignorarlas.
Aceptando que no somos la pareja perfecta
La probabilidad de divorcio es alta si no se recibe ayuda profesional adecuada. Por lo menos, en los Estados unidos se ha demostrado que las personas que reciben terapia de pareja, solucionan sus problemas de manera positiva.